¿Yo ya os he dicho que escribo un blog para presumir de amigos, no?
Pues hoy, una gran noticia: mientras espera a que su primer libro de poemas, “La urbanidad del ladrón”, salga de una imprenta zaragozana, Alba González Sanz ha recibido la noticia de que le han dado el premio Gloria Fuertes de poesía por su segundo retoño en verso: “Apuntes de espera”.
Yo estoy encantada, porque, aunque ella dice que es un libro cursi, yo insisto en que no, no, no, y en que la mayoría de mis poemas favoritos de entre los suyos están en esas páginas. No es un libro cursi, sino un libro como de frutos secos, como de mar, como de amor valiente. Y de mucha mala leche, sí, sí, sí. Un libro americano, sincerote, lleno de cuentos un poco rotos.
Así que alegráos también, porque el premio significa que, no tardando, podréis tener en vuestras manos editado por Torremozas “un libro pequeñito y dulce como el amor que lo sostiene”, como ella dice.
Yo grito: “¡Felicidades, felicidades, bien, bien!”, doy palmas y me voy a celebrarlo con un zumito (que es como se celebra aquí).
Y os dejo, porque me lo acaba de permitir, con un poema de adelanto de esos “Apuntes de espera”. Para que sepáis la que se os viene encima 😉
El mundo estuvo a punto
de acabarse una noche
en Lisboa
mientras tú dormías y
sobrevolaban Rossio
ruidos
de helicóptero.
En sueños te veía
deportado y yo
desnuda de tristeza,
imaginaba la escalera
martilleada
por botas militares y nosotros
parados al borde de la luz,
en la ventana.Acelerada tu voz
y desperté, de pie junto
a la cama. Seguían sonando
hélices
volví a las sábanas.
Casi te pierdo, pensé
y comprendí
todas las fugas,
todas las mujeres
rotas como sin
mecanismo o cuerda
o vida ya.(Alba González Sanz)