And all that jazz

De acuerdo, cuando en vez de un gin-fizz lo que se tiene en la mano es un helado, la cosa pierde glamour. Pero allá nos fuimos ayer, a escuchar jazz en la plaza, acodadas en árboles y lamiendo vainilla con chocolate.

Porque de eso se trata, en este caso: de sacar el jazz de sus noches, sótanos y resacas. El Festival de Jazz de Saint Germain ofrece para esta primavera casi demasiado calurosa planes insólitos todo a lo largo de ese barrio 6 que más que corazón de París le es arteria. Voy a escuchar trombones en la clase más grande de mi facultad, en el Starbucks de paso, en la iglesia de junto a la parada de metro… y en la calle, sí.
Read More

Contra Cavafis

Dices «Iré a otra tierra, hacia otro mar
y una ciudad mejor con certeza hallaré.
Pues cada esfuerzo mío está aquí condenado,
y muere mi corazón
lo mismo que mis pensamientos en esta desolada languidez.
Donde vuelvo mis ojos sólo veo
las oscuras ruinas de mi vida
y los muchos años que aquí pasé o destruí».
No hallarás otra tierra ni otra mar.
La ciudad irá en ti siempre. Volverás
a las mismas calles. Y en los mismos suburbios llegará tu vejez;
en la misma casa encanecerás.
Pues la ciudad siempre es la misma. Otra no busques
-no hay-,
ni caminos ni barco para ti.
La vida que aquí perdiste
la has destruido en toda la tierra.

(K. Kavafis)

H ace poco, volvía a aconsejar ese poema: “no te vayas, llevarás todo contigo y nada podrá salvarte”. Read More

Con los ojos como platos

A este poema, yo siempre le quitaba los dos últimos versos. A la hora de colgarlo en paredes o regalos, siempre había un séquito de puntos suspensivos detrás de Séneca.

Pero hoy, tras unas cuantas horas con los fantasmas rondando y los ojos como platos, entiendo por fin el final.  No creo que sea como para darme la enhorabuena. Read More