Las mañanas de convalecencia sirven para repasar clásicos. Claro que no iba a estar TAN claro… habrá que leer entre fotogramas, ¿no?
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Las mañanas de convalecencia sirven para repasar clásicos. Claro que no iba a estar TAN claro… habrá que leer entre fotogramas, ¿no?
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Hace algún tiempo, al recomendar el libro de un amigo a alguien de cuyo criterio me fío tanto como para utilizarlo con argumento de autoridad, añadí algo así como: “bueno, esta recomendación no es muy legítima, se trata de un buen amigo…”
Mi interlocutor contestó: “no, es justo al revés. Lo único que uno puede recomendar es lo que hacen sus amigos“.
A eso me agarro.
Quiero decir: vaya por delante que no tengo la menor intención de ser objetiva. Read More
Ante días que empiezan como este, lo único que puede uno hacer es poner esta canción muy alto. Y además, en esta versión, que por época le queda mucho mejor a esta casa mía que tal mañanita me está dando:
Cuando al final del festival resulta que los premios de público y jurado coinciden sin hacerlo adrede, una se dice que habrá que ver la peli en cuestión, así que hala, allá vamos, directos a la sesión especial.
Se trata de Young at Heart, un documental sobre un grupo de amigos que hacen versiones de rock…con la particularidad de que la media de edad de los miembros es 80 años.
Como, aunque es lunes, aquí ha sido fiesta y sabe a domingo, una canción que duele, mientras atardece y una se pregunta por qué sigue en las mismas.
… que cambiaré de vida.
(Pero este va en serio.)
Me voy a copiar esto en un post-it y llevarlo en la cartera para todas esas veces que hay que improvisar una respuesta a aquello de “¿Alemán? Yo no lo estudiaría nunca, con lo feo que es, con lo mal que suena…”
Dices «Iré a otra tierra, hacia otro mar
y una ciudad mejor con certeza hallaré.
Pues cada esfuerzo mío está aquí condenado,
y muere mi corazón
lo mismo que mis pensamientos en esta desolada languidez.
Donde vuelvo mis ojos sólo veo
las oscuras ruinas de mi vida
y los muchos años que aquí pasé o destruí».
No hallarás otra tierra ni otra mar.
La ciudad irá en ti siempre. Volverás
a las mismas calles. Y en los mismos suburbios llegará tu vejez;
en la misma casa encanecerás.
Pues la ciudad siempre es la misma. Otra no busques
-no hay-,
ni caminos ni barco para ti.
La vida que aquí perdiste
la has destruido en toda la tierra.
(K. Kavafis)
H ace poco, volvía a aconsejar ese poema: “no te vayas, llevarás todo contigo y nada podrá salvarte”. Read More
Porque, si lee, siempre va a tener versos de consolación.
Y si además de leer escucha, tendrá además las dos versiones. Para que elija.
Las dos verdades contrarias.
Yo voto por la primera -contra todos los indicios, contra todas las señales, contra todo.
Como esto de poner Pereza en la voz de Bunbury.
Buen lunes, si se puede.