Tras un día así, de tanta tristeza, siguiendo frenéticamente las imágenes y palabras, los recuentos y balances, del malhacer, la violencia y la hipocresía, ¿qué decir?
¿Qué link se podría elegir a modo de resumen? ¿Una foto con sangre o un comunicado con mentiras oficiales? ¿Un vídeo de camiones militares entrando en la ciudad de adobe o la historia de cómo a los periodistas se les da una vuelta más a la tuerca de las mordazas? ¿Balones fuera, planes que se mantienen o familiares que no vuelven a casa? ¿Artículos furiosos que dan en el clavo o imágenes de la desolación?
En realidad da igual, ya habéis visto todo eso. Ya habéis visto la negrura del odio extendiéndose como una lengua de espuma, la explosión de la rabia y del dolor. Ya habéis visto todo lo que me ha hecho sentir que esto es una guerra. Habéis visto el llanto, el grito, el fuego, el rostro de lo irreparable.
Habrá tiempo, quizá, más adelante, para pensar en palabras como “Estado”, “pueblo”, “derechos”, “historia”, “memoria”, “compromiso”, “futuro”, “libertad”, “responsabilidad”.
Ahora, cuando en la apacible Rabat cae la noche como si la cosa no fuera con ella y nada se parece a un estado de excepción, sólo queda el regusto cansado de la ira y la pena. Y ese preguntarse qué va a pasar ahora. Qué va a estar pasando esta noche, mientras dormimos, si es que logramos dormir.
Y queda también el esfuerzo de siempre: el de tratar de no olvidar, entre la sobrecarga de datos, que “muerto” quiere decir “muerto”.
Y que “muerto”, “muerto”, “muerto”, cuantos muertos haya, seguirá siendo “muerto” mañana. Seguirá siendo “muerto” pasado mañana. Seguirá siendo “muerto” el jueves. Seguirá siendo “muerto”…
Gracias Laura, por este artículo valiente y claro que no te permitirán publicar, pero que si podemos leer los que nos acercamos a tu página. Sea la vocación periodística este afán que te impide callar y cerrar los ojos. Ojalá a todos nos hubiera crecido esta vocación en algún lugar del alma. Un beso.
En estas cosas no siempre se puede tener información tan cercana, más cuando el periodismo está como bien dices especialmente amordazado.
Gracias por esto, por dejar un trozo de ti aquí y por ser como eres.
Gracias a vosotros por acompañar aquí.
Vosotros dos además, que sí que tenéis vocación de quitar mordazas….
Muchos besos a cada uno.