No era para tanto

Siempre me han gustado dos cosas de personas ordenada: hacer listas y hacer balances. Acompañando a los balances, me gustaba también repasar en minuciosos detalles la última etapa de algo. Me recuerdo pensando: “este es mi último despertar con doce años”, “esta es la última merienda de 1999”, “este es el último domingo que salgo a comprar el pan y los periódicos antes de irme a vivir a Madrid”.

Afortunadamente, he abandonado esta costumbre psicopática.

Sin embargo, ¡hoy es mi último día como becaria de periodista en Efe Rabat! La regresión al viejo hábito se impone.

He estado pensando mucho, en los últimos días y semanas. He hecho balance de lo aprendido y de lo que valdría la pena olvidar. De las historias que se me fueron abriendo como puertas o balcones, de las experiencias laterales que de manera inesperada iban trazando -pienso ahora- algo así como un rumbo.

Habrá tiempo para recuperar el balance, digamos, periodístico de la cosa. Repasando, encontré un mandamiento y os lo quiero contar. Pero eso será otro día. Hoy, con la emotividad de los finales, quería hablaros de otra cosa. Read More

Voces de mujeres (musulmanas) ahora

He encontrado un tesoro.

Siguiendo un mapa, eso sí, pero el caso es que he llegado  a un baúl lleno de películas que son a la vez cartas de países lejanos.

Se trata de “Women’s voices for the muslim world” (“Voces de mujeres para el mundo musulmán”), un pequeño festival online de cortos y documentales en cuya página web pueden encontrarse, íntegras, todas las películas que voces de acá y de allá han ido presentando a la competición. Todas ellas tienen la particularidad de que están realizadas o protagonizadas por mujeres musulmanas, o que viven en países de mayoría musulmana, o en familias de tradición musulmana en otros países, o, un poco en general, están relacionadas de un modo un otro con el asunto.

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El Traidor

¿Quién no ha querido alguna vez ser librero?

Quién no ha soñado con pasarse los días dormitando tras un mostrador de madera mientras fuera llueve, guiando visitantes por entre estantes, aconsejando cómplice a los perdidos líneas que podrían cambiar su vida… ¡Ah! 😉

Pues bien, mi amigo Federico Severino, antiguo compañero de estudiar cosas incomprensibles, ha dado el salto de hacer reales el mostrador, los visitantes, el dormitar, los estantes, los visitantes y casi hasta la lluvia. Ahora, siempre que pase por Madrid tengo un nuevo lugar de indispensable visita: la librería El Traidor. Una librería, dice él,”para que las traducciones de la las grandes letras hispanoamericanas se encuentren en inglés, italiano, francés, alemán entre otras lenguas”. Y viceversa un poquito también. Read More