El Traidor

¿Quién no ha querido alguna vez ser librero?

Quién no ha soñado con pasarse los días dormitando tras un mostrador de madera mientras fuera llueve, guiando visitantes por entre estantes, aconsejando cómplice a los perdidos líneas que podrían cambiar su vida… ¡Ah! 😉

Pues bien, mi amigo Federico Severino, antiguo compañero de estudiar cosas incomprensibles, ha dado el salto de hacer reales el mostrador, los visitantes, el dormitar, los estantes, los visitantes y casi hasta la lluvia. Ahora, siempre que pase por Madrid tengo un nuevo lugar de indispensable visita: la librería El Traidor. Una librería, dice él,”para que las traducciones de la las grandes letras hispanoamericanas se encuentren en inglés, italiano, francés, alemán entre otras lenguas”. Y viceversa un poquito también.

Pero no sólo. El Traidor (que también podéis encontrar, como exigen los tiempos, en una página de facebook que vale la pena seguir) es además un sótano de techo alto que está pidiendo a gritos llenarse de voces, un exquisito cuidado en cada detalle de la disposición, una selecta musicoteca, una tienda de delicatessen, una selección de películas que cuentan España como la contaríamos tú y yo, una lluvia de figuras de origami decorando la pared, una amabilidad prodigiosa.

No os extrañéis si, cuando llegáis, el librero está ahí al fondo concentrado estudiando a Hegel mientras suena latin-jazz, y no os ve entrar. Sentíos cómodos, coged un café, hojead alguno de esos grandes libros de fotografías sobre héroes republicanos que el sueldo no os dará jamás para compraros, curiosead tesoros descatalogados, no temáis en bajar a ver a la bodega de pared de piedra la ecléctica mesa de recomendaciones. En un ratito levantará la vista, se dará cuenta de vuestra presencia y, con su corrección como de otro tiempo y su mezcla imposible de acentos, se las arreglará para encontrar el libro que le encaje perfectamente a vuestra búsqueda. O se lo inventará, si es necesario.

Decidle que vais de mi parte. Aunque si no se lo decís os vaya a tratar igual de bien.

 

 

 [Parece que últimamente me ha dado por las recomendaciones, ya lo sé… Prometo que no tiene nada que ver con que se acerquen las Navidades 😉 Es sólo que hay cosas que no puedo dejar de señalaros, por el bien de todos. Cómo no hacerlo, cuando la gente se lo curra así.]

One thought to “El Traidor”

  1. Un compañero de profesión… ¡cómo extraño esos tiempos! Este es un buen pretexto para volver a Madrid. A ver si acaso nos cruzamos amiga

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