50 maneras

Aunque prometí currármelo, una breve.

¿Sabéis que las 50 maneras -de ser tu amante- ya tienen blog?

Pues sí, pues sí.

Ahí ya podéis ir quitando algunos velos. Quiénes, cómo, por qué. Dónde y cuándo.

Y pronto más, ya saben.

De momento, dicen los tejedores que…

(…) Y el libro es, y por eso así lo entenderán, un libro de contemporáneos. De cronopios. De Rulanes. No os tenemos a todos, claro. Nos faltarían páginas. Un libro para el escarnio y derrota de Chusqueles Pulgueiros, cometintas y puretas. Hay entre las 50, novísimas y princesas de la poesía, publicadores y grandes de la literatura, premios nacionales, domadoras de la luz y las sombras, y los hay que nunca publicaron ni volverán a publicar, los que escriben de tapado o las que dibujan a oscuras, a los que tuvimos que seducir impunemente para robarles versos.

(…)

A lo largo de todo el libro hay una melodía central, perfecta, y en el fondo una base imperfecta que asemeja al ruido de los cuerpos asomándose al vértigo o a la ternura. Ambas, centro y contexto, son imprescindibles para comprender la belleza final que ofrecen todas y cada una de las maneras. El ruido de la vida, de la vida real, es ese, este mismo que tienes en tus manos. (…)

 

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