Limites

– Necesito algo imposible.
– ¿Conoce la frase “el límite del hombre excede su comprensión”? Es mentira. El límite del hombre excede su audacia. (…) Nada es imposible, señor Angier. Lo que usted pide es simplemente muy caro.

(“El truco final” [The Prestige])

Un juego serio

Descubro vía Tendencias 21 que ya existe algo que, si no, habría tenido que inventar yo antes o después:

Los niños pequeños hace mucho tiempo que vienen usando las coloridas piezas de Lego para construir dinosaurios, aviones o todo un mundo de fantasías. Ahora, las empresas están usando esas mismas piezas para aumentar la creatividad de la organización y mejorar su funcionamiento. La empresa danesa Lego, que es el cuarto fabricante de juguetes del mundo, ha transformado sus queridos juguetes de plástico en un recurso útil para hacer negocios. Lo han llamado Serious Play

Se trata de una especie de programa de fomento deserious-play.jpg la calidad empresarial que pretende desarrollar determinados valores o actitudes poniendo a los trabajadores a jugar a las construcciones. Según explican en la página del proyecto, esta actividad tenderá a desarrollar los nexos entre los implicados, les ayudará a aprender a intercambiar opiniones, fomentará la creatividad y la originalidad. Supongo.

La mayor parte de las explicaciones, con su lenguaje de gabinete de marketing, resultan ridículas, y lo de pagar 7000 dolares por persona para las sesiones tampoco acaba de convencerme.

Pero lo cierto es que si yo, que nunca me cambio de casa sin llevarme mis construcciones, tuviera una empresa, pondría a mis empleados a juntar bloques sin dudarlo.

¿Cómo podría, en efecto, fiarme laboralmente de alguien que no sepa jugar?

Señal de vida en un cliché

Si mi partida, os contaba, era al modo clásico, no menos lo están siendo los primeros días de estancia en mi ciudad por lo visto adoptiva. Como alojamiento provisional, decidí establecer el cuartel general para la búsqueda de piso en una pensión que no quedara lejos de la Uni.

Pues bien: si ya suponía que en París sería difícil escapar de los clichés, mi primer dulcehogar me lo ha confirmado. Read More

On y va

Maletas listas para partir de nuevo. Partir al modo antiguo de partir a Francia: me dejan en Hendaya y cojo el tren. Me esperan París y un año Erasmus. Nos leemos desde allí.

Para entretanto, un fragmento de “Especes d’espaces” (“Especies de espacios”) de Perec que cuelgo en todas mis paredes y acostumbro a repasar cada vez que me atenazan los nervios por alguna decisión tomada:

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Preparando rotativas orientales

No sé si echarle la culpa a mi desorden vital de los últimos tiempos o a alguna divinidad adversa, pero sé que no hay perdón para el hecho de que, diez días después de recuperarme del jet lag, aún no haya sacado tiempo para contar las historias del viaje de este verano. Así que, para que de mañana no pase (y entre maleta y maleta de la nueva partida), anuncio o prometo: Read More