“Es el fin de una era”

Hace un par de días cruzó los controles aeroportuarios que ponen rumbo a casa la última de las amigas que quedaban aquí que pertenecían realmente al año Erasmus, a aquel septiembre de llegar tarde y sin rumbo a la clase de francés, a aquel octubre de no entender las partes y las subpartes que había que hacer en las exposiciones orales, a aquel noviembre de y-una-para-todas, a aquel diciembre enamoradas sin excepción-culpa de la villa-, a aquel enero de regresos cambiados, a aquel febrero triste, a aquel marzo recuperando tiempo en Amsterdam, a aquel abril sin lluvia pero con café, a aquel mayo de estreses y fiestas. Junio terminó y a uno sólo le queda decir gracias, por haberme dejado sin prejuicios, por haberme ayudado a aprender que, a veces, está bien cambir de idea. Y colgar este poema que debía ir en aquella maleta en un regalo hecho de fotos y de palabras que no dio, como siempre -como nunca-, tiempo a terminar, y seguir sonriendo.

Porque ahora empieza otra cosa. Y no será peor, sea la que sea, pero será otra. Otra. Read More

La chica de los… mk2

Despegada, cacho apaátrida, por qué te vuelves a París cuando empiezan las vacaciones, qué oscuras razones te hacen no volver a casa.

Pues bien, dos.

La primera es que me quedan cuentas por ajustar con la ciudad y sus personajes. Me gusta ser la última del grupo en irse, la que apaga las luces revisando bien que no queda nada dentro. Me quedan fotos, dibujos, líneas, por encontrar. Y qué mejor que un verano para las venganzas emocionales.

La segunda es que encuento qué hacer. Y eso es lo que os cuento.  Read More

Pushing daisies

Lo mejor de que pase el tiempo -y hablamos de ese tiempo del que se habla cuando se dice “el tiempo lo cura todo” o “sólo te hace falta tiempo”- es que, de pronto, en un salto dimensional entre febrero y junio –¿quién me ha robado el mes de abril?-, una puede otra vez escuchar todas las canciones, abrir todos los archivos.

Seguro que me entendéis.

Y entonces, en el arrebato de osadíade un descanso de estudio, descubre que no sólo puede volver a escuchar compusivamente a Joseph Arthur sin que se acabe el mundo, sino que es hasta posible abrir la carpeta prohibida, potencial caja de Pandora. Y ya puestos, dice: “media hora de pausa para comer, voy a empezar con una serie. Sí, con una de las que me grabó diciendo que eran sus favoritas. Venga, con un par, voy a ver el final del capítulo que dejamos a medias para decirnos que ya no más”. Read More

La ciudad que se empeñaba en enfrentarse a la fuerza de voluntad

Si es que así no hay quien estudie, coño. Yo venía tan tranquilamente, asfixiándome entre el asfalto y el sol, de no hacer -siempre te lo digo, Laura, mira el calendario antes de salir de casa, no vaya a ser sábado- unas fotocopias en la biblioteca de la facultad, cuando voy y me tropiezo, como si nada, con el Marché de la Poésie. Pues eso, como lo oís. Toda la plaza de Saint Sulpice convertida en un mercado de versos. Que no es lo mismo que decir una feria del libro. Read More

La edad del óxido

Vamos a inventar una norma: el autobombo está permitido cuando el bombo es colectivo y Sofi Castañón presiona para que le demos vueltas. Así que, a modo de primer acto de este autocolectivombo girante, comentaros que está en marcha desde hace unos días este colorido y veraniego blog, a saber, hoja de ruta de los vericuetos de edición de “La edad del óxido”, una antología que saldrá en septiembre y en la que, como dijo Alba y yo no sé decir mejor, una decena de mangantes entre los que me cuento publicará relatos.

Así que hala, ya sabéis. Si queréis más, pasáos por allí, que a mí esto del bombo me da mucha vergüenza, aunque sea autocolectivo.  Read More

Disparos de resumen

Se acabo la Semana de las Artes. Se acabo incluso la que va despues, y casi las secuelas (a saber, horarios desajustados, alternancia de insomnio y narcolepsia, ataques de nostalgia, otros de rabia, problemas para volver a la vida cotidiana y una cierta obsesion compartida por la mas apuesta parte masculina del equipo).

Y acabadas la Semana y sus congeneres, paso el tiempo suficiente para preparar la huella: si teneis curiosidad y clicais aqui, podreis pasearos por los entresijos de nuestro festival de rock, por el backstage del musical de la escuela, por el picnic-con-techno que mas que montar liamos en el jardin, por nuestras clases de danzas, por los personajes con cuyos nombres os llevo, a los cercanos, aburriendo un mes.

Porque, si, me pase el evento con la camara en la mano.

De los entresijos os cuento otro dia. Ahora solo decir que me perdoneis a la vez mis ausencias y los de los acentos: mi ordenador, despues de irse muriendo de a poco y a ratos, parece esta vez no querer resucitar. Y en este ciber nocturno, se me acaba el tiempo. Nos vemos si haceis el viaje en el tiempo y espacio que os propongo con las fotos: estoy detras de todas! Read More

Semaine des Arts

Auqnue no me creáis, y aunque tal vez tengáis motivos para ello, siempre que desaparezco del blog (y de los mails, y del teléfono, y de la vida) es por causas justificadas. La de esta vez es esta.

Hace unos meses, por causas variadas, más y menos obvias, decidí ponerme en acción. Pasé por el local del Bureau des Arts, la asociación que más me atraía de entre las de la escuela ,y pregunté, con la más tímida de las voces, si necesitaban gente para hacer algo.Y me mandaron a una mesa al fondo, y me vi zambullida de golpe en el proyecto que más estres, horas y neuronas me ha quemado en el año… pero también el que más me ha ilusionado desde que llegué a París. Y tal vez debería decir que desde que llegué a la Universidad. Zambullida en la hiperactividad hecha grupo de trabajo. Read More