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ELECCIONES GENERALES. DÍA 8 DE CAMPAÑA (ALICANTE) – Tiempo para escribir

A menudo me preguntáis: “Y con esa vorágine que nos cuentas, ¿cómo puedes sacar tiempo para escribir?”

La verdad es que no, no está siendo fácil encontrar tiempo para escribir en esta campaña. Menos que en la anterior. Se me acumulan las entradas pendientes, los días sin post. Pero os cuento: los voy escribiendo en la cabeza, hasta que llega el momento de suficiente calma como para abordarlos. Y cuando ese momento llegar, me agarro a él.

Viernes 11, día 8 de campaña. Tenemos un vuelo de tres horas desde Las Palmas hasta Madrid: primero termino cosas de trabajo (calendarios, lecturas, conversaciones), y luego escribo la melancólica entrada de Las Canteras, aprovechando un arranque en el que me apetece escribir exactamente eso, y aunque tengo días anteriores pendientes. La guardo para cuando llegue el momento (aunque luego la adelantaré, para no pasar tantos días sin publicar). Hago también memoria de qué tengo pensado para cada día, abro las entradas respectivas y me anoto los títulos y algunas ideas sueltas. Desde Madrid cogemos el AVE a Alicante: acabo de escribir el largo y siempre pendiente post del debate, que ya va urgiendo. Lo termino, casi. En los diez minutos de bus de campaña me conecto a los datos del móvil, lo releo, logro subirlo. Tras el mitin, cogemos el bus: otras tres horas para llegar al lugar donde dormiremos. Pretendo escribir la crónica del día 5, Palma de Mallorca y el día de viajar sin jefe. Pero me quedo dormida. Read More

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ELECCIONES GENERALES. DÍA 7 DE CAMPAÑA (LA LAGUNA, TENERIFE – LAS PALMAS DE GRAN CANARIA) – Yo había estado aquí antes (cuando todo era de otra manera)

Caminábamos hacia el hotel, a eso de la una de la madrugada. Había sido una noche preciosa después de un día agotador. Una facultad a rebosar en Tenerife, una plaza desbordada en Gran Canaria. Es hermoso en las portadas, pero al día siguiente tenemos agujetas. En el restaurante el equipo de campaña se reunía con los candidatos y los equipos locales. Una parte del equipo técnico tuvimos un golpe de suerte. No cupimos en la mesa preparada para la cena. Nos improvisaron un huequito afuera, mirando al mar. Cenamos despacio, como para estirar el momento.

Caminábamos hacia el hotel, decía, a eso de la una de la madrugada, después de ese día, y de esa noche. Y de repente se me vino un recuerdo muy muy nítido a la mente.

Al pasar por una esquina amplia que da a la playa de las Canteras, recordé un momento de hace tres años prácticamente exactos, cuando mi amigo Txema -al que entonces acababa de conocer y que me estaba enseñando su ciudad con una hospitalidad que no he olvidado- me explicó, señalando a la orilla: “Mira, es que aquí las cosas son de otra manera. En esta ciudad se vive así. La gente está tranquila, disfruta de la vida, es otro ritmo”. Read More

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ELECCIONES GENERALES. DÍA 5 DE CAMPAÑA (PALMA DE MALLORCA) – Viajar sin el jefe

Algunos días, el precio de los billetes, los imprevistos o las necesidades extra de la avanzadilla hacen que el equipo se divida. Esos días, el candidato viaja con el equipo más-mínimo-imposible, y los demás nos adelantamos con el equipo técnico. Esos duendes invisibles sin los cuales nada.

Así por ejemplo el martes, con la resaca alegre del debate. De la tele corrimos a casa. A las dos de la mañana reuní las fuerzas para componer una maleta en un ejercicio de escasa lucidez cuyas consecuencias sufro cada mañana al abrir un exiguo neceser. Me metí en la cama con el insomnio particular de las noches en que el despertador avisa de que vas a dormir algo así como una siesta larga. Cuatro horas y media más tarde estábamos en Barajas, desperezándonos ante el control de seguridad.

Viajar sin el jefe es muy distinto. Básicamente es viajar normal. Algo que, ahora, resulta raro. Read More

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ELECCIONES GENERALES. DÍA 4 DE CAMPAÑA (MADRID) – El “debate decisivo”

Me asomé un momento fuera del camerino. No eran tanto ganas de curiosear como esos nervios que te llevan a moverte sin parar, aun sin mucho rumbo. Así que ahí estaba yo, como un roedor asomando el hociquillo fuera de la madriguera…  y según abrí la puerta me crucé con la Vicepresidenta, que caminaba muy recta y taconeante, rodeada de su equipo veloz y seguro, hacia su salita al final del pasillo.

Estábamos en los estudios de Atresmedia y faltaba cosa de una hora para que empezara el que (no sé si en una operación de marketing o en un alarde épico de inspiración homérica) habían dado a conocer como “debate decisivo”. Lo cierto es que la situación me dio un poco de risa. Algo así me iba a pasar varias veces a lo largo de la noche. No era risa de incomodidad o risa de azoramiento. No era de nervios ni de soberbia. Era risa de algo así como: “La leche, pero qué cosas, qué cosas, qué hago yo aquí, qué curiosísima es la vida”.

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ELECCIONES GENERALES. DÍA 3 DE CAMPAÑA (MADRID) – Un país

¿Alguna vez te preguntas si habrá alguien, en algún lugar del mundo, haciendo lo mismo que tú, viviendo lo mismo que tú?

Yo sí. Me asalta a veces, novelescamente, la idea de que seguro ahora mismo en China alguien estará también desperezándose y poniéndose un café en idéntica sucesión de movimientos. De que ahora mismo en un pueblo de África alguien tiene mis exactos mismos miedos ante un sentimiento que pone todo patas arriba de la misma alegre o pavorosa manera. De que ahora mismo, tal vez, un estadounidense insomne recorre las mismas páginas de la novela que tengo entre las manos, en otra traducción.

A veces pienso incluso a través del tiempo y me hace gracia imaginar que al principio de todo un antepasado lejanísimo tuvo una idéntica sensación de inmensidad mirando el cielo a pocos pasos de aquí; o que antes de coger un barco incierto algún grumete renacentista también vivió el vértigo de las aventuras que empiezan.

El domingo pasado hicimos de eso una ola. Read More

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ELECCIONES CATALANAS. DÍA 8 DE CAMPAÑA – Escapada a Atenas

La Acrópolis brilla con ese color naranja que solo se ve en las piedras antiguas que se miran de lejos en la noche. No me imaginaba Atenas así: tan larga y desparramada entre colinas, tan parecida a las ciudades mediterráneas que más me seducen. No sé cómo me la imaginaba, en realidad: me doy cuenta de que hasta este momento Grecia en mi mente era apenas una idea abstracta hecha de historia antigua y titulares contemporáneos. Me apoyo en la barandilla de la azotea. Estoy intentando recuperar un ritmo normal de respiración. Es literal. Las cosas van tan rápido algunos días que se siente físicamente, en el cuerpo, en una especie de vértigo, no del todo desagradable pero sí algo desasosegante. La primera noche en una ciudad desconocida siempre me ha parecido mágica. Dejo que la mirada descanse sobre esas calles que no me va a dar tiempo a conocer, siguiéndolas hacia arriba hasta el viejo templo. Enciendo un cigarro y me permito el tópico de imaginar a esos filósofos que andaban por allí hace más de veinte siglos, preocupados por cosas no tan distintas a las nuestras al fin y al cabo. No tengo mal antídoto esta noche para la sensación de acelere.

Hace apenas unas horas estábamos en medio de la plaza Syntagma, donde dieciochomil personas abrían las orejas a lo que les contaba, en su mitin de cierre de campaña, Alexis Tsipras, el hombre al que algunos consideran el más valiente, y otros el más cobarde. Después de verle ayer de cerca, si yo tuviera que ponerle un epíteto al modo de los antiguos, le llamaría “Alexis, el de los ojos honestos”. Es una experiencia ver un mitin en el que no entiendes nada de nada y sin embargo entender. Entender algo, un aire, una intención. Un gesto de abrir los brazos que parece decir “aquí estoy, no me escondo”. Un aplomo y calma al caminar por la escena que parece decir: “gracias por haber venido”.  Un modo de alzar la cabeza y sonreír a medias que me hace entender: “he ido hasta el final, hasta donde habitan los dragones, perdonadme por traeros la mala noticia de que la realidad es así”. Bella ciao, bella ciao: suenan canciones y ondean banderas rojas, amarillas, verdes, multicolores, recordando ese puzzzle interno que conforma Syriza y que está siendo a la vez su sustento y su encrucijada. Tengo la sensación de que Alexis, el de los ojos honestos, está hablando con verdad, aunque no entienda lo que dice. Dieciochomil personas mantienen un silencio impresionante para estar ante un tipo que, en realidad, tampoco es tan buen orador. Read More

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ELECCIONES CATALANAS. DÍA 7 DE CAMPAÑA – Las gafas del periodista chino

Algunos días, cuando miro a los periodistas que nos siguen teclear frenéticamente en sus portátiles, me gusta hacer un juego. Salir por un ratito de mi actual rol y preguntarme qué escribiría yo si estuviera cubriendo esta campaña. ¿Cómo lo enfocaría? ¿Qué haría, para intentar contar, para tratar de hacer entender (casi vivir) lo que está ocurriendo  aquí?

El mejor profesor de redacción periodística que tuve durante la carrera nos propuso una vez un ejercicio divertido que se me viene a la mente en estos días. Había, precisamente, otras elecciones catalanas. Y nos pidió: “haced una crónica como si fueseis un corresponsal de un periódico chino, que tiene que hacer que lo comprendan sus compatriotas”.

El ejercicio nos salió terriblemente mal a casi todos, pero me guardé la enseñanza de lo difícil que resulta salir de lo que sabemos. Ponerse las gafas del “periodista chino” no es sino un modo de quitarse de la mirada las opiniones preconcebidas, intentar no ver lo que de antemano se quiere ver.

Así que a eso juego, en los ratos muertos de este viaje. Me pregunto: si yo fuera ese periodista chino que viene a cubrir Cataluña, ¿qué vería en esta campaña? ¿Cómo haría para contarlo? Read More

La ciudad que no se ve en las noticias

(Reseña publicada en el número de octubre del periódico La Marea y online aquí).

Los periódicos y telediarios vuelven a veces asépticas a las palabras, las vacían de sus significados más ciertos. Tan acostumbrados a oír pronunciar guerra, admitimos que guerra significa “juego de poder”, pero olvidamos que también puede significar “todos los amigos de Yúsuf ya están muertos”. Acostumbrados a la palabra bombardeo, pensamos que significa “ultimátum”, y casi no recordamos que signifique “la pequeña Maha se esconde en un sótano y llora”. En la última década nos hemos acostumbrado a escuchar Bagdad, Iraq. Y hemos creído que significan “petróleo”, “terrorismo”, “embargo”. Fragmentos de Bagdad, de Sinan Antoon (Bagdad, 1967), es un antídoto que devuelve a estos nombres su verdadero significado: el de las personas que lo habitan, el de la vida que se desarrolla allí. Read More