No se creerían, hombre, no se creerían, que iba yo a dejar pasar Vinagre y rosas sin un momento fan. -Aunque deba admitir, sin que sirva de precedente, que todo, o casi todo, tiempo pasado fue mejor…-
Y,claro, no podía ser sino así…
No se creerían, hombre, no se creerían, que iba yo a dejar pasar Vinagre y rosas sin un momento fan. -Aunque deba admitir, sin que sirva de precedente, que todo, o casi todo, tiempo pasado fue mejor…-
Y,claro, no podía ser sino así…
Llevaba desde que llegué de allá , donde la descubrí, con ganas de encontrar momento para subir al blog esta canción.
Se me ocurre que es éste, al hilo de la entrada anterior…
…si cruzas al tirano en un concheto ascensor,
disfruta del encuentro y dale cuentas del dolor…
Hay un caballero con sombrero que se inclina ante las damas, un hombre religioso que celebra el sexo y dibuja la locura de los bares cuando van a cerrar. Un señor que lleva cuarenta años cantando y, con setenta y cuatro, da tres horas de concierto sin fatigarse y se marcha dando saltitos.
De todos los libros que me traje de Buenos Aires y que voy, poco a poco, recorriendo con el placer de una visita esperada, hay un descubrimiento en especial que me llena los días. Tres tomos de una antología que paseo por Madrid sin darle tregua, doblando esquinas y copiando versos; poesía de esa que da respuesta a las preguntas esenciales, que ayuda en las pequeñas y grandes batallas, en los trabajos de los días, y hace pensar en las manos de los justos.
Se trata de una antología de la obra de Hamlet Lima Quintana, un hombre que puso a sus espectáculos el nombre de “Del amor, los pájaros y la gente” y habitó su poesía con el pampamapa, el rancho, los árboles, la lucha, la ciudad, los cuerpos, los vecinos, las charlas. Y, sobre todo, con “esa gente que es así, tan necesaria”. En sus líneas suena nítida la cadencia de un modo de sentir que es para muchos santo y seña; y me recuerda a una especie de Benedetti filosófico, un Neruda más entero, un Larralde sobre el papel, un Darwish en castellano.
Ocurrió algo curioso. Emocionada con mi descubrimiento, indagué entre algunos amigos y hallé, para mi sorpresa, que no lo conocían. Ni siquiera algunos que leen y escriben como si hubieran mamado sus palabras. No sé. Lo achaco a las magias que hace el viento repartiendo padrinos de adopción, al raro modo que tienen de darse vida los hermanos.
El caso es que ese desconocimiento me ha animado a dejaros por aquí un poco de esos libros, por si interesara. Os hago llegar, aprovechando que es viernes, que tenéis tiempo y no veo mejor manera de aprovecharlo que con este viaje a palabras bien elegidas, una amplia selección de entre los poemas que fui marcando -nunca me creí esa norma tácita de que no hay que regalar posts largos- .Y entre medias, algunas canciones con letra suya y voces de unos y de otros (en mi palmarés, la que canta Mercedes Sosa, y sobre todo la última, la que os pongo en vídeo, en la que además podéis oír lo maravillosamente que se leía este señor).
Guardad el enlace a buen recaudo, y, cuando os vaya bien, tomáos el rato de saborear este raro regalo que nos ha hecho el azar de las librerías. Saldréis del trayecto con más fuerzas y seguro pensando que “deslindar mariposas es tarea / que nos incumbe a todos” . Read More
En esas seguimos, leyendo y leyendo entre líneas, comme d’habitude…
Las distancias no miden lo mismo
de noche y de día.
A veces hay que esperar la noche
para que una distancia se acorte.
A veces hay que esperar el día.Por otra parte
la oscuridad o la luz
teje de tal manera en ciertos casos
el espacio y sus combinaciones,
que los valores se invierten:
lo largo se vuelve corto,
lo corto se vuelve largo.Y además, hay un hecho:
la noche y el día
no llenan igualmente el espacio,
ni siquiera totalmente.
Y no miden lo mismo
las distancias llenas
y las distancias vacías.Como tampoco miden lo mismo
las distancias entre las cosas grandes
y las distancias entre las cosas pequeñas.(Roberto Juarroz)
Noche 305.- No estaría mal poder con todos los requerimientos. Desde los amorosos y sociales, hasta los económicos.
Amar a tres mujeres significa poder tener tres economías diferentes, de esa manera para destruirlo todo se tendrían que poner de acuerdo las tres, y eso, es imposible.
Una para el amor.
Una para la inteligencia del amor.
Una para la belleza de la inteligencia del amor.
Quiero decir, amar a tres mujeres significa poder tres escrituras diferentes:
Una leyenda de amor.
Una novela de amor.
Una poesía de amor.
(Miguel Óscar Menassa, “Las 2001 noches”)
Ayer pensábamos Burundi, hoy decimos “namaste”.
Y que siga la rueda!
Va por ustedes; nos vemos en el aire… 😉
Muy divertido el concierto de Bunbury anoche en Gijón. Claro que, que voy a decir, los fans somos así…