Una casa con un balcón

Los trámites para hacer de esta casa –si el robo se me permitemenos casa y más hogar han dado sus frutos. A más de un mes de la llegada, he dejado por fin de dormir en un colchón hinchable y comer en una esquina confortable: las cajas de IKEA desembarcaron y yo me averigüé capaz de hacer algo con ellas. Ahora que ya tengo una mesa con espacio para muchos folios, un sofá cama de tres veces mi tamaño y sillas que admiten cenas a varias bandas, puedo por fin decir “mi casa” cuando quiera referirme este rincón. Pronto tendrá suficientes historias hechas suyas como para que sea cierto. Y aunque haya que poner toda la letra en singular (hasta los balcones, que aquí hay sólo uno), esta canción le viene al pelo a mi estado de euforia.

Las visitas, por su parte, ya tienen con ello razón de ser. Tras una que de puro explotada no fue casi ni visita, esta y la próxima semana se suceden las primeras (familiares cargados de ropa de abrigo) y los incondicionales empiezan a acotar fechas entre hoy y Navidad: el crápula de oficio y sus secuaces, mis dos brujas favoritas y el señor Fellini (o el que sea su nombre ahora) ya casi tienen los billetes en las zarpas.

Hay más indicios de que la vida avanza: las clases de verdad empezaron y todo su peso cayó sobre nuestras cabezas (ya hay obligaciones en francés). Un día de estos os cuento de las particularidades de esta Uni, que no son pocas; y de los infartos de estudiar idiomas raros en idiomas de poco fiar.

En otro orden de cosas, el invierno ha llegado y yo ya no digo que no sé cocinar.

A lo que vamos: tengo por fin internet en casa. Ayer se materializó al final de los trabajos de montaje. Así que el gato comenzará por fin a desplegar una actividad más constante (aunque no le pidáis nada frenético, ya sabéis cuáles son el ritmo y cadencia felinos) y menos egocéntrica. Lo asegura agitando los bigotes. Y además, podrá escribir con acentos y eñes.

Un balcon en una casa

( En mi tiempo de ausencia, el mundo virtual ha recibido un gran regalo: Genocation vuelve al mundo de los vivos, con un cambio de look y un extra de energías. Que no se lo pierda nadie a quien le gusten los cuentos, las fotos bellas, la mala leche bien usada y la vida en general. Por su parte, el poeta Enrique Gracia se ha abierto blog para que podamos seguirle los pasos: atención madrileños, ahí se cuecen muchos saraos…).

Se admiten apuestas

Con un periodico nuevo a punto de rotativas, no queda otra que cruzar los dedos. Maniana hara el desfile inaugural Publico, el diario dirigido por Ignacio Escolar (proyecto del que supongo mejor me ahorro datos y detalles, imaginando que en territorio patrio estareis de sobra bombardeados con ellos).

Llego como siempre tarde a leer la entrevista colectiva que el susodicho se dejo hacer en su blog hace unos dias, y el caso es que me apetece tener esperanza. Entre las respuestas, muchas cosas prometen. Read More

Limites

– Necesito algo imposible.
– ¿Conoce la frase “el límite del hombre excede su comprensión”? Es mentira. El límite del hombre excede su audacia. (…) Nada es imposible, señor Angier. Lo que usted pide es simplemente muy caro.

(“El truco final” [The Prestige])

Un juego serio

Descubro vía Tendencias 21 que ya existe algo que, si no, habría tenido que inventar yo antes o después:

Los niños pequeños hace mucho tiempo que vienen usando las coloridas piezas de Lego para construir dinosaurios, aviones o todo un mundo de fantasías. Ahora, las empresas están usando esas mismas piezas para aumentar la creatividad de la organización y mejorar su funcionamiento. La empresa danesa Lego, que es el cuarto fabricante de juguetes del mundo, ha transformado sus queridos juguetes de plástico en un recurso útil para hacer negocios. Lo han llamado Serious Play

Se trata de una especie de programa de fomento deserious-play.jpg la calidad empresarial que pretende desarrollar determinados valores o actitudes poniendo a los trabajadores a jugar a las construcciones. Según explican en la página del proyecto, esta actividad tenderá a desarrollar los nexos entre los implicados, les ayudará a aprender a intercambiar opiniones, fomentará la creatividad y la originalidad. Supongo.

La mayor parte de las explicaciones, con su lenguaje de gabinete de marketing, resultan ridículas, y lo de pagar 7000 dolares por persona para las sesiones tampoco acaba de convencerme.

Pero lo cierto es que si yo, que nunca me cambio de casa sin llevarme mis construcciones, tuviera una empresa, pondría a mis empleados a juntar bloques sin dudarlo.

¿Cómo podría, en efecto, fiarme laboralmente de alguien que no sepa jugar?

Señal de vida en un cliché

Si mi partida, os contaba, era al modo clásico, no menos lo están siendo los primeros días de estancia en mi ciudad por lo visto adoptiva. Como alojamiento provisional, decidí establecer el cuartel general para la búsqueda de piso en una pensión que no quedara lejos de la Uni.

Pues bien: si ya suponía que en París sería difícil escapar de los clichés, mi primer dulcehogar me lo ha confirmado. Read More

On y va

Maletas listas para partir de nuevo. Partir al modo antiguo de partir a Francia: me dejan en Hendaya y cojo el tren. Me esperan París y un año Erasmus. Nos leemos desde allí.

Para entretanto, un fragmento de “Especes d’espaces” (“Especies de espacios”) de Perec que cuelgo en todas mis paredes y acostumbro a repasar cada vez que me atenazan los nervios por alguna decisión tomada:

Read More