Distancias

En esas seguimos, leyendo y leyendo entre líneas, comme d’habitude…

Las distancias no miden lo mismo
de noche y de día.
A veces hay que esperar la noche
para que una distancia se acorte.
A veces hay que esperar el día.

Por otra parte
la oscuridad o la luz
teje de tal manera en ciertos casos
el espacio y sus combinaciones,
que los valores se invierten:
lo largo se vuelve corto,
lo corto se vuelve largo.

Y además, hay un hecho:
la noche y el día
no llenan igualmente el espacio,
ni siquiera totalmente.
Y no miden lo mismo
las distancias llenas
y las distancias vacías.

Como tampoco miden lo mismo
las distancias entre las cosas grandes
y las distancias entre las cosas pequeñas.

(Roberto Juarroz)


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Sobreviviendo a la vuelta a base de las líneas y notas que me encontré en rincones d’allá…

Noche 305.- No estaría mal poder con todos los requerimientos. Desde los amorosos y sociales, hasta los económicos.
Amar a tres mujeres significa poder tener tres economías diferentes, de esa manera para destruirlo todo se tendrían que poner de acuerdo las tres, y eso, es imposible.
Una para el amor.
Una para la inteligencia del amor.
Una para la belleza de la inteligencia del amor.
Quiero decir, amar a tres mujeres significa poder tres escrituras diferentes:
Una leyenda de amor.
Una novela de amor.
Una poesía de amor.

(Miguel Óscar Menassa, “Las 2001 noches”)


…será porque no quiere compartirla con el miedo…
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De González Catán, en colectivo…

Dice mi amigo Manu siempre que la noche antes de viajar es como la noche de Reyes. Ese no poder dormir de ilusión e incertidumbre, ese quedarse con un ojo abierto por ver si se pilla in fraganti a la magia del cuento. Porque no hay más cuento que una ciudad nueva, sus mitos sin abrir. Y más si es esta. Así que hoy dormiré mal, pero soñando mucho. Porque mañana, cada vez que me despierte de madrugada, tendré a mis pies el Atlántico. Read More

Otro mensaje en otra botella

Lo que admiraba en él era su capacidad para convencer a la gente de que fuera sincera consigo misma, pues cuando es así lleva la ventaja de la sorpresa. Una ventaja táctica incomparable en cualquier insurrección. Son las mentiras que nos contamos a nosotros mismos las que nos hacen repetitivos. 

 (“De A para X. Una historia en cartas”, John Berger)

El mismo libro que también dice: “son las cosas pequeñas las que nos asustan. Las cosas inmensas, aquellas que pueden matarnos, nos hacen valientes”. (Y muchas otras verdades, claro.)

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El amor en tiempos del móvil…

… es igualito al del tiempo de las cartas 😉

Uno no puede, al comienzo de una amistad con una mujer, e incluso si esta no va a desarrollarse en adelante, separarse de esas primeras cartas recibidas. Uno quiere tenerlas todo el tiempo junto a sí, como bellas flores recibidas, todavía frescas, y que uno no deja de mirar si no es para olerlas más de cerca. La frase que se conoce de memoria es agradable de releer y, en las aprendidas menos literalmente, uno puede verificar el grado de ternura de una expresión. ¿Ha escrito ella: “vuestra querida carta”? Pequeña decepción en la dulzura que se respira, y que debe ser atribuida sea a que se ha leído demasiado rápido, sea a la escritura ilegible de la interlocutora; ella no ha puesto: “vuestra querida carta”, sino “viendo aquella carta”.  Pero el resto es tan tierno. ¡Oh! ¡Que vengan flores iguales mañana!

Luego eso ya no es suficiente, harían falta confrontar a las palabras escritas las miradas, la voz (…)

(“En busca del tiempo perdido”, M. Proust)

¿No? Read More

“Querer vivir”

Hace no mucho, me hablaban de un libro, “Amar y pensar”, de un tal Santiago López Petit. Me hacían llegar una serie de fragmentos que pertenecían definitivamente a la especie de esos que me reconcilian con la filosofía y me recuerdan por qué tengo en casa tantos libros gordos.

Hoy, me encuentro con esta entrevista y me digo: “venga, sube un cachito al blog. Para ver si en una temporada no hace falta ponerse a explicar por qué que tiene sentido explorar la palabra ontología, pasar las horas descifrando manuales, hacer incluso exámenes que obliguen a enfrentar páginas antiguas pese a todas las perezas… ”

“Para llegar a escribir cosas como estas un día, hombre”, es la respuesta.

(Intentaré acordarme en septiembre, cuando el calendario de exámenes vuelva a traerme a mí misma la pregunta de quién coño te manda meterte en este berenjenal…)

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