Liz Norton

Antes de que Norton se acostara por primera vez con Pelletier, Morini ya había entrevisto esa posibilidad. No por la forma en que Pelletier se comportaba delante de Norton sino por el desasimiento de ésta, un desasimiento impreciso, que Baudelaire habría llamado spleen y que Nerval habría llamado melancolía, y que colocaba a la inglesa en una disposición excelente para comenzar una relación íntima con quien fuera.

(2666, Roberto Bolaño)

Ejem.  Read More

We’re back

Disculpen este par de semanas de ausencia. Una noche el gato se fue a estirarse a otros tejados y cuando volvió se topó con que no sé que lío de servidores, dominios, pagos y etcéteras había llevado a que pusieran su casa en cuarentena. Un jaleo. Así que dejó a Geno encargada de hacer la magia de resurrección de páginas (gracias, miau, ronroneos varios) y aprovechó para tomarse unas forzosas vacaciones de palabras.

Pero ya ha vuelto, y tardará al menos un par de años en volver a pasarle lo mismo. Un día de estos se pondrá a arreglar los problemas-secuela que quedan con las imágenes viejas y las letras malas para miopes, por cierto. Read More

“The dream” se hizo real

Hoy sería un buen día para citar a Víctor Botas, aquello de: ¿Cómo atender, estando / ella ahí , a estas cosas de la política de España / o de Rusia, o de Roma?…

Pero al revés también, en justa compensación: cómo atender a nada otro, bueno o malo o solamente confuso, con estas cosas en que la política se prodiga tan poco y dibujan contadas mañanas sonrisas con la compañía del informativo, antes de entrar en la ducha. Read More