El otro día estuvimos jugando en facebook a algo divertido. Pronto, cuando las tareas apremien menos, dejaré por aquí los resultados.
Por ahora, no resisto la tentación de compartiros uno de los descubirmientos que más le agradezco al experimento. Un amigo me dio la pista de este poema, el poema que era en realidad una lista.Lo habré escuchado no menos de diez veces desde entonces.
Luego, googlea que te googlea, encontré otras cuantas cosas suyas, descubrí que la chavala es todo un figurón del recitado londinense, una especie de superstar del slam medio-oriental-medio-modernito cuyos libros no hay quien encuentre para saciar la sed porque se ve que prefiere no dejar huellas más que en las memorias.
Está bien, lo que encontré. Pero para nada tanto como este poema que no paro de escuchar, en bucle, como una oración que permitiera entender algo.