El poema que en realidad era una lista

El otro día estuvimos jugando en facebook a algo divertido. Pronto, cuando las tareas apremien menos, dejaré por aquí los resultados.

Por ahora, no resisto la tentación de compartiros uno de los descubirmientos que más le agradezco al experimento. Un amigo me dio la pista de este poema, el poema que era en realidad una lista.Lo habré escuchado no menos de diez veces desde entonces.

Luego, googlea que te googlea, encontré otras cuantas cosas suyas, descubrí que la chavala es todo un figurón del recitado londinense, una especie de superstar del slam medio-oriental-medio-modernito cuyos libros no hay quien encuentre para saciar la sed porque se ve que prefiere no dejar huellas más que en las memorias.

Está bien, lo que encontré. Pero para nada tanto como este poema que no paro de escuchar, en bucle, como una oración que permitiera entender algo.

(Os lo dejo abajo en castellano, en una traducción que creo un poco más precisa que las que encontré en mi googleo -y que los subtítulos-. Pero os aconsejo que lo escuchéis en el vídeo. No sólo porque el ritmo y rima del inglés le dan un plus intraducible. También porque se lo da ella).


EL POEMA QUE EN REALIDAD ERA UNA LISTA

la espada que en realidad era un símbolo

la reina que en realidad era un peón

el rey que en realidad era una estrella de rock 

el loco que en realidad era dios

el lechero que en realidad era papá

la camarera que en realidad era una actriz

la actriz que en realidad era una artista

la artista que en realidad era una pornógrafa

el niño que en realidad era un helicóptero

el coche que en realidad era un juguete

el juguete que en realidad era una novia

el caniche miniatura que en realidad era un bebé

el bebé que en realidad era un último intento desesperado

el cafe-latte que en realidad era un café con leche

la sopa que en realidad era una comida en sí misma

el piso tipo estudio que en realidad era un sofá-cama

el atajo que en realidad era un callejón sin salida

el de-nueve-a-cinco que en realidad era una bola de preso

el indoloro adelgazante que en realidad era un pierda-dinero-gane-peso

el éxito comercial que en realidad era el fracaso de venderse

el cheque que en realidad estaba en el correo

la falta de interés que en realidad era impotencia

la  calientapollas frígida que en realidad era falta de interés

el ligue de una noche que en realidad era una cita con la violación

el polvo por pena que en realidad era un acto de amor

la filtración que en realidad era una nota de prensa

la estadística que en realidad era un apaño

la disculpa que en realidad era una excusa

la excusa que en realidad era un “jódete”

la anécdota que en realidad era una bofetada en toda la cara

la mano amiga que en realidad era un patada en la boca

el  encogerse de hombros que en realidad era un darte la espalda

el reír el último que en realidad era un gol en propia puerta

el pajarito que en realidad era una lata de gusanos

el volver-a-empezar que en realidad era un mal giro

el resplandor juvenil que en realidad era un desenfocado

los disturbios raciales que en realidad eran un protesta política

el viaje espiritual que en realidad era un viaje del ego

el viaje del ego que en realidad era un viaje espiritual

un hogar que en realidad era una inversión

las relaciones matrimoniales que en realidad eran una forma de renta

el sofá que en realidad era una cama

el banco del parque que en realidad era una cama de enfermo

el cínico que en realidad era un romántico

el romántico que en realidad era un sexista

el sexista que en realidad era un fóbico

la autosuficiencia que en realidad era inseguridad

el amor que en realidad era miedo

el miedo que en realidad no era nada

el final que en realidad

estaba casi

aquí.

(Francesca Beard)

6 thoughts to “El poema que en realidad era una lista”

  1. Ohhhhh… ¡tienes un blog! Era de esperar, claro, pero nunca se me había ocurrido preguntarte.
    ¡A la buchaca!

    (Oye, tengo puntualizaciones sobre la traducción:

    “The Queen that was really a pawn – La reina que era en realidad un peón.

    “The commercial success that was really a sell-out failure – El éxito comercial que en realidad era venderse” (“un fallo por venderse”, no sé cómo encajarlo bien).

    “The fresh start that was really a wrong turn – El volver-a-empezar que en realidad era el camino equivocado”.

    “The youthful radiance that was really soft-focus – El resplandor juvenil que en realidad era falta de foco” (“la redecilla” esa que le ponían a Sara Montiel, el kino-flu… no sé tampoco cómo ponerlo).

    “Ego trip” lo traduciría como “viaje de ego”, en plan Bono 😉

    Y lo que pasa es que hay cosas de la traducción que pones que la tía no las dice (“the lack of interest that was really impotence”)… ¡pero a mí me suenan! ¡Y me suena oírselas! Pero no he visto más versiones que esta, creo… ¿dónde están?).

    Oye, ¿puedo hurgar en tus cajones? ¿Puedo? ¿Puedo? 😉

  2. Jajajaj, sí!

    Gracias por las puntualizaciones! Touché en la primera, se me ha ido la olla…
    Te discuto las siguientes…
    Lo de autopromocional vale que es muy libre… pero es la idea… uno se vende, se vende a sí mismo…”el fracaso de venderse”?
    Lo del camino equivocado… ñaña. No me gusta. Dudo entre “giro” o “retorno”. Pero me gusta más giro, y me parece que puede entenderse así lo que dices.
    Lo otro, “desenfocado”, tienes razón. Lo había interpretado, ya ves tú, como un foco suave en televisión….
    “Ego trip” es por no poner viaje en las dos partes del verso, que ella no lo pone. Y hacer la diferencia entre un viaje y un viaje turístico, digamos.

    Corrijo los errores y sugerencias :) Gracias!

    La versión en la que me basé es la que está aquí: http://xahbbx.blogspot.com/2008_02_01_archive.html

    Y… claro que puedes hurgar, estos cajones son públicos… 😉

  3. Leches, pues yo estaba por darte la razón a tí en casi todas. Sobre todo, en la del soft-focus, porque es difícil de traducir al castellano (a menos que te metas en temas técnicos), y me gustaba la comparación “luz radiante – suave (o débil) foco (de luz)”.
    Y me gusta la de “El fracaso de venderse”.
    Y esa versión es la misma que encontré yo, yeah…

    ¡Y basta de gracias, joer! El Juego ha sido casi el único rato molón que he tenido esta semana, así que gracias a tí 😛

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