No cumplo los consejos de los sabios. Olvido aquello de “al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver”. Con premeditación y alevosía. Me voy a pasar el año nuevo a París. Y de paso una semana.
A buscar reencuentros, reconciliaciones, represalias, reincidencias, recámaras, reservados, relatos. Y toda la magia que es allí inevitable. A cargarme de luz para el cambio de rutinas que me espera a la vuelta.
No me llevo ordenador, y con suerte me fallará el móvil. Disfrutad el fin y comienzo de año, de años: yo lo voy a hacer, sin duda