Pushing daisies

Lo mejor de que pase el tiempo -y hablamos de ese tiempo del que se habla cuando se dice “el tiempo lo cura todo” o “sólo te hace falta tiempo”- es que, de pronto, en un salto dimensional entre febrero y junio –¿quién me ha robado el mes de abril?-, una puede otra vez escuchar todas las canciones, abrir todos los archivos.

Seguro que me entendéis.

Y entonces, en el arrebato de osadíade un descanso de estudio, descubre que no sólo puede volver a escuchar compusivamente a Joseph Arthur sin que se acabe el mundo, sino que es hasta posible abrir la carpeta prohibida, potencial caja de Pandora. Y ya puestos, dice: “media hora de pausa para comer, voy a empezar con una serie. Sí, con una de las que me grabó diciendo que eran sus favoritas. Venga, con un par, voy a ver el final del capítulo que dejamos a medias para decirnos que ya no más”.

Y menos mal, porque pudo equivocarse en todo, pero no en que Pushing Daisies es lo mejor que nos echaron a las pantallas en el último año. Entre dibujo animado y fotografía, entre cuento y humor negro, la historia de un tipo que un día descubre que puede resucitar a los muertos… por un ratito. Una gran historia de amor que en absoluto llamaría imposible. Un thriller con acompañamiento de tarta. Carcajadas con tensión. No os cuento más y os dejo con el trailer. Y como querréis poneros a verla de inmediato, aqui tenéis todos los capítulos (sin subtítulos en ese caso, so sorry, si alguien la tiene localizada para no angloparlantes, que lo comente!)


Pushing Daisies Preview
by nomecopies
Desde luego, qué tontería no haberla visto antes. COn lo bien que me habría venido toda esa magia en febrero.

4 thoughts to “Pushing daisies”

  1. para el mes de abril… “Lo guardaba en el cajón / donde guardo el corazón.”

    Laurita, esta claro : ademas de gustarnos los mismos chicos (AHhhhhhhhhhhhhhhhhhh), nos gusta la misma musica…

    y para la serie, como me ponga a verla ademas de las 3 que ya veo, simplemente ya no duermo… =)

  2. Junio tiene este tipo de cosas.
    Siempre creí que puede tener algo que ver con el comienzo del verano y el hecho de poder ir a enterrar las rodillas en el mar y que se lo lleve todo.
    Aunque para mí está siendo un junio atípico (sin aguacero, sin mar -del norte-).

    No sabes cuánto me alegro de ese salto en el tiempo tuyo y de esa perfecta cicatrización.

    muá!

  3. Ya vienes pronto, ¿no?. Espero e imagino que nos veamos en el Carmín -que yo trabajo en Siero y ese día es sagrado-, así te cuento y me cuentas. ¡Ah! Me ha dicho un pajarraco que este verano no escapas, así que tendrás una buena exclusiva del primer disco de Bellvara, que ya está a punto de salir del horno 😉

  4. los abriles suelen perderse, pero los junios no, como si alguien hubiese dicho: hágase en este mes la magia, la cura, el enamoramiento y el olvido. Acá al menos los 21 se viven con música y al medio día parado sobre una sombra que no se te puede escapar.

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