A menudo me preguntáis: “Y con esa vorágine que nos cuentas, ¿cómo puedes sacar tiempo para escribir?”
La verdad es que no, no está siendo fácil encontrar tiempo para escribir en esta campaña. Menos que en la anterior. Se me acumulan las entradas pendientes, los días sin post. Pero os cuento: los voy escribiendo en la cabeza, hasta que llega el momento de suficiente calma como para abordarlos. Y cuando ese momento llegar, me agarro a él.
Viernes 11, día 8 de campaña. Tenemos un vuelo de tres horas desde Las Palmas hasta Madrid: primero termino cosas de trabajo (calendarios, lecturas, conversaciones), y luego escribo la melancólica entrada de Las Canteras, aprovechando un arranque en el que me apetece escribir exactamente eso, y aunque tengo días anteriores pendientes. La guardo para cuando llegue el momento (aunque luego la adelantaré, para no pasar tantos días sin publicar). Hago también memoria de qué tengo pensado para cada día, abro las entradas respectivas y me anoto los títulos y algunas ideas sueltas. Desde Madrid cogemos el AVE a Alicante: acabo de escribir el largo y siempre pendiente post del debate, que ya va urgiendo. Lo termino, casi. En los diez minutos de bus de campaña me conecto a los datos del móvil, lo releo, logro subirlo. Tras el mitin, cogemos el bus: otras tres horas para llegar al lugar donde dormiremos. Pretendo escribir la crónica del día 5, Palma de Mallorca y el día de viajar sin jefe. Pero me quedo dormida. Read More