No todos los días puede una decir: “anoche vi algo realmente impresionante, bien pensado, bien hecho, hermoso, revelador, transformador y diferente. Un espectáculo que, por su belleza, cambió algo dentro de mí”.
Category: Tablas
“Esto es un no parar”
Apenas recién llegada de las vacaciones más aptas para relajar del mundo, y antes de que las posibilidades de reconexión con la realidad cotidiana se insinuaran siquiera, corro de nuevo a coger un AVE rumbo sur: me reclaman en Córdoba.
Ya os contaré, si acaso.
Ya os he dicho mil veces que los blogs se mantienen para hacer promo a los amigos ;)
Ahora que ya lo han hecho público ellos, lo re-hago re-público yo: los amigos de La Palabra Itinerante se han currado una página web para su espectáculo “Todo se entiende sólo a medias”, y los que tuvimos ocasión de ver en Valladolid el silencio de ojos más que abiertos en el que se quedó la sala ante todo lo que estaban diciendo y no diciendo, no podemos dejar de decir: no os lo perdáis. Read More
Soldado que agradece
Pasada ya la celebración y hasta la resaca, en ruta norte la familia, recuperada la calma lo suficiente como para pensar… es momento de daros las gracias.
A los que estabais allí, a los que nos acompañabais telepáticamente, a los de las llamadas inesperadas y los mensajes imprescindibles, a los de las cervezas y a los del margarita… é tutti cuanti. Al final uno las cosas las hace sólo por el placer de vuestra compañía.
Y como la calma es el tiempo de las crónicas, aquí tenéis la de Alba.
Yo no digo nada más que eso: gracias por venir 😉
Cogiendo carrerilla…
…para todo lo que se avecina. Porque vuelve a empezar la estación de saraos.
Repasando clásicos
Visto que mis dos acompañantes hoy encontraron su vocación y a partir de ahora van a hablar siempre cantando, aquí les dejo, a ellas y a quien lo quiera, una repetición de lo visto aunque con más lujo y boato.
En la próxima fiesta os quiero ver a todos entonar así de animosos una oda a los placeres… 😉
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Se escribe como se vive
Al final la ciudad sí que ardió. Yo al menos vi las llamas. Como os dije antes de irme, era mi primera vez en un sarao de estos, y lo cierto es que superó mis expectativas. Me gustó esto de pasar tres días no pensando en nada que no fueran versos (será la cuota de ingenuidad que corresponde a ser, como me dijeron varias veces por allí, así de asquerosamente joven). Me gustó también encontrarme a gente que vale la pena, con miradas afiladas e ilusiones limpias. Y las lecturas en los institutos, hablando como mormones con la ilusión de cazar almas a una causa salvífica. Y por supuesto las comidas del Kin, las cenas del Ovetense. La noche inacabable, inhabitable, que empezaba siempre en esa Caja Negra mecenas y ángel, que acababa siempre en un sofá: o en otro.
Disparos de resumen
Se acabo la Semana de las Artes. Se acabo incluso la que va despues, y casi las secuelas (a saber, horarios desajustados, alternancia de insomnio y narcolepsia, ataques de nostalgia, otros de rabia, problemas para volver a la vida cotidiana y una cierta obsesion compartida por la mas apuesta parte masculina del equipo).
Y acabadas la Semana y sus congeneres, paso el tiempo suficiente para preparar la huella: si teneis curiosidad y clicais aqui, podreis pasearos por los entresijos de nuestro festival de rock, por el backstage del musical de la escuela, por el picnic-con-techno que mas que montar liamos en el jardin, por nuestras clases de danzas, por los personajes con cuyos nombres os llevo, a los cercanos, aburriendo un mes.
Porque, si, me pase el evento con la camara en la mano.
De los entresijos os cuento otro dia. Ahora solo decir que me perdoneis a la vez mis ausencias y los de los acentos: mi ordenador, despues de irse muriendo de a poco y a ratos, parece esta vez no querer resucitar. Y en este ciber nocturno, se me acaba el tiempo. Nos vemos si haceis el viaje en el tiempo y espacio que os propongo con las fotos: estoy detras de todas! Read More
And all that jazz
De acuerdo, cuando en vez de un gin-fizz lo que se tiene en la mano es un helado, la cosa pierde glamour. Pero allá nos fuimos ayer, a escuchar jazz en la plaza, acodadas en árboles y lamiendo vainilla con chocolate.
Porque de eso se trata, en este caso: de sacar el jazz de sus noches, sótanos y resacas. El Festival de Jazz de Saint Germain ofrece para esta primavera casi demasiado calurosa planes insólitos todo a lo largo de ese barrio 6 que más que corazón de París le es arteria. Voy a escuchar trombones en la clase más grande de mi facultad, en el Starbucks de paso, en la iglesia de junto a la parada de metro… y en la calle, sí.
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