El otro día, que sí que me gustó mi oficio, me tocó ir, camarita en mano, a hacer de pinche de la compañera de Cultura que habían mandado a cubrir la presentación en Madrid del VI Festival de Cine Africano de Tarifa. Como cualquiera que me conozca un poco puede suponer, salí de la misión con un vídeo bastante desastroso pero con un incontrolable síndrome de Estocolmo hacia nuestros entrevistados y su proyecto.
Y como lo de irme a Tarifa dentro de un mes, mal que me pese, me temo que no se me va a arreglar, me hice a la idea de conformarme con el breve aperitivo que los festivaleros nos regalaban en la FNAC de Callao durante estos días, asumiendo el riesgo que tiene lo de quedarse con la miel en los labios. Read More