Hace un tiempo, Gen me contó la historia de un tipo que vio en el metro de Nueva York a una chica y supo que era la mujer de su vida. Esta historia que empieza con un tópico tan grande y repulsivo tuvo sin embargo una continuación mucho más potable. El chaval se puso manos a la obra, hizo esta web tan chula (la parte de abajo, en realidad) para buscarla y resulta que, buenos samaritanos mediante, encontró a la muchacha. Y tuvo hasta el buen gusto de no contarnos el final (parte de arriba).
Otras veces, en el metro pasan otras cosas. Hay gente que no puede evitarlo y se pone a llorar. A quién no le ha pasado alguna vez. Lo que ya no es tan corriente es que una joven de ojos y voz calmante se siente al lado de uno, se quite los cascos, y hable. Que cuente su historia y uno se quede pensando “vaya, un problema es más bien eso”. Y luego desaparezca entre las multitudes del pasillo de Gare d’Austerlitz sin dar siquiera tiempo a preguntar un nombre. Read More