Puede ser interesante…

Conferencia dada en el 2006 por Ken Robinson, experto internacional en el desarrollo de la creatividad, innovación y recursos humanos. Sir Ken es actualmente asesor principal del Presidente del J. Paul Getty Trust en Los Ángeles. En Junio de 2003 fue nombrado caballero por la Reina de Inglaterra por sus servicios al Arte. Antes de trasladarse a los Estados Unidos, fue nombrado”Business Speaker” del año 2003 por más de 200 compañías europeas globales.

Contiene algunas simplificaciones, pero airea pensamientos y permite pasar un tiempo delicioso…

http://video.google.com/videoplay?docid=-9133846744370459335 

El corazón en un giga

 “Hey, ¡esta noche he sido tu camarero!”, dices tú -como quién no dice nada- con la sonrisa de ese alguien que te sirve una ración de patatas ali-oli en una mano y el corazón en un giga en la otra. “Mi camarero del amor” me abochorno al pensar yo.  Parece  mentira, ¿no?, que la misma persona incapaz de trasportar tres megas de algodón se atreva hoy a recoger tu corazón, en un giga exacto.

“Pues sí, me gustas”. Pues sí, que bien, cursi azucarado de bajos reflejos. Y sí, que bien, justo esta noche, que es una novela romántica. Ahora bien (¡qué bien!), a la página 69 no se llega sin sobrevivir antes a alguna que otra noche con los labios secos.

Poet Voice

Gracias a este blog descubrí los post-its de Doug Savage y sus Savage Chickens. El otro día me encontré con esta tira y, bueno, me hizo gracia. ¿Hay una voz de poeta? Creo que sí y, además, el gusano acierta bastante al describirla como una mezcla entre “el capitán Kirk y Shakespeare”. Es como si para el poeta fuera inevitable ponerse “estupendo”, algo así como: para hablar de estas cosas tan profundas que os voy a rebelar, es necesaria esta, y solo esta, voz solemne.

Recuerdo que, hace años, oí a Rafael Alberti recitar uno de sus poemas. Para ser sincero, no me gustó nada. Tal vez sea un total inculto y no sea capaz de apreciar lo que lo hacía –no sé–, pero a mi me sonaba afectado, ampuloso, exagerado: una perfecta voz de poeta era aquella.

Luego ya no, luego ya oí a poetas que recitaban de maravilla –o, más bien, de una manera que a mi me gusta–, más natural, menos estelar.

Limpieza

Qué difícil querer todos los días.

Por ejemplo, cuando llegas

con manchas en el saludo

amor se llama el juego

y el pensamiento arqueado.

Hace demasiados meses

que mis payasadas no provocan

y que habría que tirar este casette

no cabe ni un beso en el salón.

Cuando viajas en patinete a Senegal

y cada vez más tú

o te siembras en campos ya regados.

Por ejemplo, aquellos que me cubro

y cada vez más yo

colisionan los planetas en mi estela.

Qué difícil querer todos los días

aunque te busque en las mujeres que me encuentro

sin rastro de nosotros.