Otra cosa que suele olvidársenos es que las piedras también se cayeron hacia este lado de la RDA. Si antes había dos bloques y después sólo uno, tuvo que haber sea dos bloques en reforma o una reforma en bloque. Es la ecuación número uno de la matemática interesada.
Por el bien de las caídas que esperamos, casi mejor que no se nos olvide que, como dice -para variar- Sabina mejor que nadie,
siempre que luchan la KGB contra la CIA, gana al final… la policía.
Hoy, hay carteles de H&M y puestos de souvenirs descojonándose de los restos de las pinturas que gritaban “democracia”. Igual debajo de estas también había que escribir, como alguien a los pies de la estatua de Marx y Lenin en Alexanderplatz, aquello de “ellos no lo quisieron así”.
Cierto, todo Potsdamer Platz es ahora cristal y metal… hace casi un añito de Berlin;)