Relecturas

Periódicamente necesito releer aunque sea por alto este libro, para ver en qué lugar de la tríada de identificaciones -Tomás, Sabina, Franz: Teresa nunca- me encuentro en el momento presente…

Entre el miedo y el deseo no tenía más remedio que buscar una especie de compromiso; lo denominaba “amistad erótica”. A sus amantes les decía: sólo una relación no sentimental, en la que uno no reivindique la vida y la libertad del otro, puede hacer felices a los dos.

Quería tener la seguridad de que la amistad erótica nunca llegaría a convertirse en la agresividad del amor, y por eso mantenía largas pausas entre los encuentros con cada una de sus amantes. Estaba convencido de que este era un método perfecto y lo propagaba entre sus amigos (…)

Este sistema le daba a Tomás la posibilidad de no separarse de sus amantes permanentes, teniendo al mismo tiempo una considerable cantidad de amantes pasajeras. No siempre encontraba comprensión. La que mejor le entendía de todas sus amigas era Sabina. (…) A ella acudió cuando necesitó encontrar un empleo en Praga para Teresa. Tal como lo exigían las reglas tácitas de la amistad erótica, Sabina le prometió que haría lo posible, y, en efecto, pronto encontró un puesto en el laboratorio fotográfico de un semanario (…) Ella misma acompañó a Teresa a la redacción, mientras Tomás decía para sus adentros que jamás había tenido una amiga mejor que Sabina.

(“La insoportable levedad del ser”, Milan Kundera)

(Lo siento, no lo encontré subtitulado…)

2 thoughts to “Relecturas”

  1. Ok todo, pero me como titulo me gusta mas los renglones torcidos de Dios de Torcuato Luca de Tena.
    Lo siento, pero francamente Sabina me da mucho por el culo (y todo su grupillo de sacaduros de la poesía)

    Que vaya bien por Zaragoza!

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