Un pajarillo insectívoro vive sobre las espaldas de los hipopótamos, alimentándose de los parásitos que le pueblan la piel: a cambio, el ave ligera le hace de alarma al mamífero torpe, avisando con vuelos y gritos cuando se acerca algún peligro.
El chorlito egipcio le lava los dientes al cocodrilo: no tiene miedo a posársele en la bocaza abierta y picotear sus restos de comida.
Los peces payaso tienen una piel especial para poder vivir entre anémonas sin ser envenenados: a cambio del cobijo, son los mercenarios que les atraen el alimento a estas flores de mar que no se mueven. Y para poder moverse, con quienes se asocian las anémonas es con los cangrejos ermitaños, que las llevan a cuestas y a cambio son defendidos por sus tentáculos. Read More