Hay días en los que, simplemente, no se puede. Y quizá eso también hay que contarlo.
Días de “me he levantado a las seis para adelantar trabajo y me he quedado mirando las nubes negras”. Días de “no puedo más y aquí me quedo”. Días así.
En Podemos solemos decir eso de “gente normal haciendo cosas extraordinarias”. Yo miro a mi alrededor y veo más bien personas extraordinarias haciendo lo que buenamente pueden en situaciones que a menudo les superan.
Desde los dirigentes hasta el último militante, todos tenemos alguna vez la sensación de querer hacernos una bolita y desaparecer. Seguro que en esta casa grande no hay ni un día en que no haya al menos una persona que se encierre a llorar en su habitación. Read More