Algunos días, cuando miro a los periodistas que nos siguen teclear frenéticamente en sus portátiles, me gusta hacer un juego. Salir por un ratito de mi actual rol y preguntarme qué escribiría yo si estuviera cubriendo esta campaña. ¿Cómo lo enfocaría? ¿Qué haría, para intentar contar, para tratar de hacer entender (casi vivir) lo que está ocurriendo aquí?
El mejor profesor de redacción periodística que tuve durante la carrera nos propuso una vez un ejercicio divertido que se me viene a la mente en estos días. Había, precisamente, otras elecciones catalanas. Y nos pidió: “haced una crónica como si fueseis un corresponsal de un periódico chino, que tiene que hacer que lo comprendan sus compatriotas”.
El ejercicio nos salió terriblemente mal a casi todos, pero me guardé la enseñanza de lo difícil que resulta salir de lo que sabemos. Ponerse las gafas del “periodista chino” no es sino un modo de quitarse de la mirada las opiniones preconcebidas, intentar no ver lo que de antemano se quiere ver.
Así que a eso juego, en los ratos muertos de este viaje. Me pregunto: si yo fuera ese periodista chino que viene a cubrir Cataluña, ¿qué vería en esta campaña? ¿Cómo haría para contarlo? Read More