(Artículo publicado en el número 24 de La Marea y online aquí).
Un hombre espera a que suene una cabina telefónica. Impaciente, su mente recorre adelante y atrás los últimos acontecimientos. El timbre suena por fin. Le anuncian una muerte. Huye. Aún no lo sabe, pero todo acaba de cambiar.
Esta escena podría ser el comienzo de una película. Sin embargo, el fotograma no se ha proyectado en una pantalla: pasa por la memoria de Bill Ayers, que lo recoge en su autobiografía Días de fuga, recientemente publicada en castellano por la editorial Hoja de Lata. El libro —que lleva por subtítulo Memorias de un activista contra la guerra de Vietnam— es una de las diversas apuestas editoriales que en los últimos meses han traído a las librerías el recuerdo en primera persona de vidas que, desde su singularidad, dan medida de diferentes tiempos, lugares, procesos históricos. Read More