(Artículo publicado en el número 7 de la revista Números Rojos).
“Yo no canto mi canción / sino a quien conmigo va”, se deja escuchar la memoria popular en el anónimo Romance del conde Arnaldos. Esa fue, según cuenta, la respuesta que un marinero se atrevió a dar a las preguntas de todo un conde, y que nos recuerda que aquello que consideramos importante se protege distinguiendo con nitidez con quién queremos compartirlo y con quién no. Para el común de la gente, la seguridad –que no es al cabo sino la posibilidad de vivir en calma– ha ido siempre de la mano de saber en quién se confía.
Read More