Jazmines en el pelo y rosas en la cara

Jazmines en el pelo y rosas en la cara, el gato ha vuelto. Se despereza discretamente, pensando en ponerse de nuevo en marcha.

Estuvimos, él y yo, unas semanitas por España. Disfrutando, efectivamente, de esa curiosa sensanción -cuando se llega desde este otro lado del mundo- de que las cosas sean fáciles y salgan a la primera, de que en las tiendas haya lo que buscas, de no jugarte la integridad física al cruzar la calle. Ese extraño relax no exento de incertidumbres. Calladitos, como en mes de reflexión, disfrutamos también de algunas otras cosas: los buenos amigos, la anárquica alegría de los días que son como todos debieran. Las energías para que todos sean así.

Luego volvimos a Marruecos, a la casa un poco más fría de Rabat, justo a tiempo para abrirle la puerta a una visita muy anhelada. Es curioso, lo de las visitas: le dan a una la oportunidad de contar el país, de poner sobre la mesa las cartas de lo que se ha ido entendiendo, de repasar las ilusiones del estar aquí. Así empezó a desperezarse el gato. Contando despreocupadamente.

Y aquí estamos.

Este volver está siendo emocionante por todo eso que está ocurriendo en esta orilla del mundo. Estallidos de jazmines. Read More