¿Quién no ha querido alguna vez ser librero?
Quién no ha soñado con pasarse los días dormitando tras un mostrador de madera mientras fuera llueve, guiando visitantes por entre estantes, aconsejando cómplice a los perdidos líneas que podrían cambiar su vida… ¡Ah! 😉
Pues bien, mi amigo Federico Severino, antiguo compañero de estudiar cosas incomprensibles, ha dado el salto de hacer reales el mostrador, los visitantes, el dormitar, los estantes, los visitantes y casi hasta la lluvia. Ahora, siempre que pase por Madrid tengo un nuevo lugar de indispensable visita: la librería El Traidor. Una librería, dice él,”para que las traducciones de la las grandes letras hispanoamericanas se encuentren en inglés, italiano, francés, alemán entre otras lenguas”. Y viceversa un poquito también. Read More