A veces -sólo a veces-, se cuela en las páginas de los periódicos un hombre bueno, una pizca de verdad.
“La situación sólo ha cambiado de nombres”, continuó Pacheco. “Casi todos los escritores somos, a querer o no, miembros de una orden mendicante. No es culpa de nuestra vileza esencial sino de un acontecimiento ya bimilenario que tiende a agudizarse en la era electrónica”.
Ese acontecimiento fue la creación del mercado del libro en la Roma de Augusto. Según el galardonado, todos los miembros de la cadena -proveedores de tablillas de cera, papiros, copistas, editores, libreros- ganaban algo.
Para leer entera la intrusión, pasad por aquí.
(Y mientras tanto, las palabras, que no se mueven…)
ALTA TRAICIÓN
(José Emilio Pacheco)
No amo mi patria.
Su fulgor abstracto
es inasible.
Pero (aunque suene mal)
daría la vida
por diez lugares suyos,
cierta gente,
puertos, bosques de pinos,
fortalezas,
una ciudad deshecha,
gris, monstruosa,
varias figuras de su historia,
montañas
-y tres o cuatro ríos.
este blog es una mierda no tine nada A VER SI LO MEJORAMOS