Hace unos meses encontré en Jeune Afrique un artículo que me llamó la atención. Se llamaba “Una gota de poesía en un mundo de salafismo”, y decía algo así:
¿La poesía es un arma? Sí, y para convencerse basta con ver un programa de la televisión pública de Abu Dabi llamado “El poeta del millón”. El programa consiste en duelos oratorios en la lengua dialectal del Golfo, en el estilo conocido bajo el nombre de poesía “nabati”, muy apreciado tanto por los beduinos como por los urbanitas por ser muy accesible.
Me hizo gracia y me puse a investigar. Así, averigüé que se trataba, efectivamente, de una especie de Operación Triunfo del verso, con la delirante estética que vemos siempre en las fotos de los Emiratos, y dedicada a promocionar sin embargo un género arcaico de poesía en lengua clásica. Ese tipo tan desconcertante de cóctel de antiimperialismo de espectáculo que los árabes preparan con maestría.
Total: que me parecía suficientemente pintoresco, y quise poner algo por aquí. Pero no era fácil encontrar información, y la tarea me requería un tiempo de recopilar y traducir que, supongo, me pareció excesivo. Vamos, que lo dejé correr. Seguí un poco cómo avanzaba la cosa cuando a los periódicos marroquíes les daba por contar algo, y poco más.
Pero ahora eso ha cambiado. Ahora sí que vale la pena echarle el rato, ya no es una mera curiosidad.
Resulta que esta mañana me tropecé con un titular que decía: “La poeta salvaje del ‘niqab’ se queda a las puertas de la gloria“. La foto tan rojodorada que lo acompañaba no me dejó duda: se trataba de la misma historia. Esa crónica me dio las claves, pero acabé de enterarme con otra, un poquito más sosegada:
Los jueces del programa no dudaron. Hissa Hilal. 47 puntos; Falah al Moraqi. 44 puntos; Mohammed al Saeed. 44 puntos; Sultan Al-Asaimar. 43 puntos; Nasser al Ajami. 42 puntos; y Jaza al-Baqami. 38 puntos.
La saudí se encaramaba en el liderazgo de la competición y se convertía en la primera mujer que accedía a la final de “El poeta de un millón” en la historia de este “reality show” que inició su andadura en el 2007 y que ya es uno de los programas más populares de la región.
El que una fémina árabe, ama de casa y poetisa a tiempo parcial, se atreviera a declamar esos versos debió cautivar al jurado, que reconoció de forma explícita su valentía para expresar su opinión “de forma honesta y poderosa”.
Vale, esto ya empieza a no estar entre lo que entra normalmente en el cóctel, me dije. Esto va de otra cosa.
Y efectivamente. Pude encontrar algunas traducciones al inglés de su poema “El caos de las fetuas” (con el que empezó este pequeño boom), que re-paso al castellano refritadas entre sí y os dejo aquí para acompañar al vídeo de su recitado, que aunque es para verlo en sí mismo, se convierte definitivamente en cosa para quedarse con los ojos como platos cuando se sabe lo que está contando.
(Sí, sí, pasa como en “Lost in translation”, uno mira la traducción y dice “¿y ya está?”. Mi precario árabe sólo me permite saber que, efectivamente, el poema sigue más allá de lo traducido. Así que aquí la versión original, por si alguien se anima. Y si se anima, que nos cuente, ¿no?)
He visto al diablo en los ojos de las fetuas subversivas
en un tiempo en el que lo legítimo se confunde con lo ilegítimo.
Cuando descubrí la verdad apareció un monstruo desde su lugar escondido;
bárbaro, viciado en su pensamiento y su acción, furioso y ciego;
portaba la muerte como vestido, ceñida con un cinturón.
Habla desde una plataforma oficial, poderosa,
aterrorizando a la gente y acechando a cualquiera que busque la paz;
la voz de la valentía huye y la verdad queda arrinconada y silente;
el egoísmo nos impide decir la verdad.
A modo de spoiler os diré que Hissa Hilal no ganó el concurso. Su última intervención, un poema sobre los medios (no sé más que eso, no hay traducciones aún) no gustó, por lo visto, lo suficiente, y no fue nombrada “Princesa de los poetas”. Se ha ganado, sin embargo, el apelativo de “poetisa rebelde“.
Así como unas cuantas amenazas de muerte en su país.
Yo no digo más. Este cóctel aun me bate en la cabeza.
Os dejo con un vídeo que la tele holandesa hizo sobre la cosa, subtitulado en inglés.
Y yo me voy a ver si memorizo estas líneas de la crónica de Alcoverro, para responderlas la próxima vez que me pregunten “qué les veo a esos países”:
La cultura árabe sigue siendo predominantemente oral. Los árabes, tan orgullosos de la riqueza de su lengua, se embelesan por la palabra bella y profesan gran admiración a quien con arte, a menudo declamatorio, sabe emplearla. Durante años se han celebrado certámenes poéticos ante cámaras de televisión, estudios de radio, incluso estadios, en torno a un género poético fresco y espontáneo que se improvisa sobre cualquier tema, siguiendo estrictas normas del verso.
Pequeño Tros, yo también voy a memorizarla porque a mi ya me dicen que lo mio “con esos países” es obsesión, jaja. Me ha encantado esta entrada! Nos vemos en breve, que ilusión…
cuanto valor contenido, felis de saber de hisa hilal espero que la protejan, horare por ella,
cuanto valor contenido, felis de saber de hisa hilal espero que la protejan, horare por ella,