De González Catán, en colectivo…

Dice mi amigo Manu siempre que la noche antes de viajar es como la noche de Reyes. Ese no poder dormir de ilusión e incertidumbre, ese quedarse con un ojo abierto por ver si se pilla in fraganti a la magia del cuento. Porque no hay más cuento que una ciudad nueva, sus mitos sin abrir. Y más si es esta. Así que hoy dormiré mal, pero soñando mucho. Porque mañana, cada vez que me despierte de madrugada, tendré a mis pies el Atlántico. Read More