Que nadie se la pierda.
Duele; pero hay hostias que todo el mundo agradece haberse llevado alguna vez en la vida.
Aprendimos los caminos
de forma confusa
y deliberadamente lenta.
Y eso se nota cuando buscamos
la salida antes que la entrada.
(Pedro del Pozo, “Todas las puertas abiertas”)
Suscribo plenamente
Y digo también… ¿Adónde van las madres cuando les crecen las ganas de huir?
una hostia bien dada es lo que sentí cuando ví la primera película de Sam Mendes, el director de Revolutionary Road. Me alegro que, cinematográficamente hablando, siga repartiendo galletas
Me ha dejado una sensación rara.
“–¿Sólo querías desaparecer, eh?
–Quería aparecer.”