Uno de los motivos por los que uno abre un blog es, sin duda, difundir la buena nueva de las hazañas de sus amigos. Y hay algunos que para eso dan mucho juego.
Manda narices que me tenga que enterar de en qué anda metido mi sabio renacentista favorito hojeando los periódicos del domingo, pero la riña ya se la echaré a él personalmente. El caso es que me admira el don que tiene este chico para humanizar lo más abstracto, para hacer el retrato de personajes enteramente desconocidos y convertirlos en algo así como superhéroes de la familia. Para no perder su certera habilidad literaria ni cuando dice cosas como la K-teoría y la cohomología motívica (vaya usté a saber). Y todo sin despeinarse, no se crean.
Y si no, decidme si os habríais creído que ibais a leer hasta el final un artículo sobre matemáticas un domingo por la mañana: Read More