Siempre que pienso en este poema, obvio la segunda estrofa. Sé que no es legítimo, pero así me queda una esperanza de luz.
Resolución de ser feliz
por encima de todo, contra todos
y contra mí, de nuevo
-por encima de todo, ser feliz-
vuelvo a tomar esa resolución.
(…)
(Jaime Gil de Biedma)