Hace algún tiempo, al recomendar el libro de un amigo a alguien de cuyo criterio me fío tanto como para utilizarlo con argumento de autoridad, añadí algo así como: “bueno, esta recomendación no es muy legítima, se trata de un buen amigo…”
Mi interlocutor contestó: “no, es justo al revés. Lo único que uno puede recomendar es lo que hacen sus amigos“.
A eso me agarro.
Quiero decir: vaya por delante que no tengo la menor intención de ser objetiva. Read More