Aprendiendo de la niña mala

Estoy leyendo un libro que habla, por ejemplo, de cómo cada vez que uno cambia de ciudad puede permitirse cambiar de identidad, inventarse una persona y serla.

Me preguntaba si ahora que he vuelto a Madrid estoy obligada a retomar la máscara vieja o puedo fabricarme una nueva, más a medida de los tiempos que corren. Pero ahora supongo que ya sé que ninguna de las dos va a ser realmente posible. Tierra de nadie.

Al menos me queda la opción de agarrarme a un párrafo distinto, y simplemente esperar que algo permita un nuevo pistoletazo de huida: Read More

Back in town

“Bienvenida de vuelta a la ciudad invivible pero insustituible”, me dijeron anoche. Porque Laura está de vuelta en la ciudad de los gatos, en la gris de cielo-paleta. Está de vuelta en la ciudad y tiene un apartamento que uno diría salido de una canción del Sabina de la primera época (paredes de moqueta, vista a oficinas, muebles inclinados, platos de duralex, pasillo de hotel-dulce hotel-).

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Instrucciones para despedir una ciudad

Si tienes la suerte de haber vivido en París cuando joven, luego París te acompañará, vayas a donde vayas, todo el resto de tu vida, ya que París es una fiesta que nos sigue

(Hemingway)

Si organizas una cena de despedida, procura que el Papa interrumpa la circulación. Así podrás llegar tan tarde que nadie olvide tu reputación, y ver de paso una última vez todas las luces de la ciudad mientras buscas desesperado un puente que pueda cruzarse sin que lo impida tanta, tanta policía. Read More

Los hombres que no amaban a las mujeres

Me habían hablado tanto y tan bien de la trilogía de misterio de Stieg Larsson que no supe  si sorprenderme o no cuando al cabo de un par de capítulos del primer libro decidí admitir que no estaba ni demasiado interesada, ni en absoluto enganchada, ni prácticamente dispuesta a continuar. Pero anoche me dije: a ver, un capítulo más; y a día de hoy, habiéndome dormido más tarde de las dos en plena intriga, me he levantado a las ocho sólo para poder ver un rato, antes de salir a la cruda realidad, cómo continúa este “Los hombres que no amaban a las mujeres” (que parece ser que ya está traducido al español, aunque yo como siga así de atrapada me pienso llevar los dos tochos siguientes de aquí, ¡no me voy a poner a esperar!)

Os dejo, para abrir boca, con un trocito, que ni tiene misterio ni es en absoluto representativo del libro, pero que me gustó: Read More