Cuando al final del festival resulta que los premios de público y jurado coinciden sin hacerlo adrede, una se dice que habrá que ver la peli en cuestión, así que hala, allá vamos, directos a la sesión especial.
Se trata de Young at Heart, un documental sobre un grupo de amigos que hacen versiones de rock…con la particularidad de que la media de edad de los miembros es 80 años.
Pero no sólo es emoción. La forma de contar la historia, de poner en juego colores, palabras, humor; el nuevo sentido que toman las letras de canciones más que conocidas; los retratos en que se convierten muchos de los planos; la gran calidad de la música y de la interpretación; la forma en que las notas se convierten en raíles de la trama. La intuición que está detrás de la cámara de que las vivencias cotidianas de un coro de una pequeña ciudad de Norteamérica pueden ser una gran historia.
Se trata a la vez de una gran lección de vida, de música, de cine, de periodismo.
Y sí, es cierto, de vez en cuando peca un poco de sentimentalismo. Algún cliché y alguna moralina se deslizan entre líneas. Pero entonces llega un videoclip en que cantan “quiero un calmante ya” haciendo carreras de sillas de ruedas; o una escena en que Lenny, “el único que ve bien”, muestra su kamikaze manera de conducir. Y con un par de carcajadas un poco negras, ya dejó de haber demasiado azúcar.
Aunque también es verdad que, en cualquier caso, probablemente a veces sí que hay que tomarse la vida con azúcar. Y a eso, esta película, os lo prometo, ayuda.
Os dejo con el que fue mi preferido de los videoclips. Atención a los detalles, y decidme si no es de poner los pelos de punta.
que buena pinta! la dosis azucarada nunca viene mal, si es azúcar y no sacarina todo bien. sabes si tendrá distribución en españa?
Y que lección de ternura…….¡Quiero verla!
Quiero ese poemario del que me hablas en mi correo YA
Y busca una fecha para venir por aquí, desarraigada… -en agosto podrás escuchar el disco enterito-