Tras haber dormido todo y más, tareas de domingo. La primera, repasar los feeds pendientes, los artículos recortados. Y me encuentro muchas cosas.
En el País, dos crónicas a tener en cuenta: una que me vuelve a poner en carreteras cubanas y me hace pensar que tal vez, que a lo mejor, que puede que. Y otra que pone los pelos de punta, que parece una novela pero no lo es, que es una carta de viaje desesperada, que me gusta porque me demuestra una vez más que ponerle literatura a los periódicos es la única forma de informar y que algo quede:
En la corte de los dictadores birmanos
La descabellada capital tiene todo lo que le falta al resto del país.
En otro, completamente otro, orden de cosas,llego a través de librodenotas a un artículo que también me voy a tener que copiar y en un post-it y llevar en la cartera, pero esta vez para cuando me pregunten por qué estudio chino:
¿Es el chino una lengua de futuro? Puede ser. Sí, desde luego, en la medida en que habría cerca de 1.300 millones de personas que podrían convertirse en una gran masa trabajadora industrial, en un público casi universal o en una clientela gigantesca para el mercado occidental. Pero el chino es también una lengua con pasado. Con un pasado denso, profundo y desconocido. Pues es la lengua de Lao Tsé, de Confucio, de Mencio, de Mo-ti, y, en este sentido, puede ser tan interesante como el griego en el que escribieron Platón o Aristóteles; o el latín de Séneca u Ovidio…o el alemán de Kant y de Hegel (…)
Y para seguir hablando de chino, pero en castellano, este vídeo que nos presenta CMandarín. Vale la pena dedicarle cinco minutos porque, moralejas aparte, se echa uno unas risas:
Yo os dejo con él y me voy a seguir con mis tareas. Ahora, limpieza general.
claro que puedes! es el día 12, entradas desde el 2 de junio.
lo mio será viaje relámpago. Pasaré julio en madrid, con idiomas y -espero- dos cursos en el escorial muy tremendos.