Feliz 1387

Yo siempre celebro el Año Nuevo tantas veces como puedo. Así es posible remendar deseos y propósitos a los desajustes del tiempo que pasa sin salir muy mal parada en las comparaciones de meses. Últimamente, por ejemplo, a las cosas dichas con uvas, les sumé unas cuantas la noche que volví a no ver dragones pero casi. Y así todo el rato. Enmendando, remendando.

Mañana empieza, con el equinoccio, el año nuevo persa. 1387. A las 06.48. No es que esté yo en estos tiempos precisamente muy por Zoroastro y Shere Khan, pero, qué coño, tampoco están en Irán los hornos para bollos y sin embargo por lo visto ya están todos calentándose para que salgan bien los platos del Nowruz.

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