Me entero entre carteles y periódicos que en mi ciudad adoptiva estamos en medio de las celebraciones anuales de “la primavera de los poetas”, y que hoy es el día de pasar un poema al otro. “En casa, en el trabajo, en la escuela, en la calle…”, proponen en la web, “ofreced uno, cambiad vuestros poemas, pegad un poema, deslizad un poema bajo la puerta, esto o aquello, ¡pero dad un poema al otro!”
Debo admitir que no, en absoluto, para nada vi hoy un trajín poético mayor que de costumbre entre los bulevares. Pero la idea, y el proyecto en que se inscribe, son de las que hacen que uno se crea que pese a todo hay salvación posible.
La base de la cuestión es proponer que durante dos semanas la poesía reine en la villa. A partir de ahí, a todo el que tenga un proyecto a proponer se le echa un cable para ponerlo a andar, y de paso se ponen en relación a todos los poetófilos que forman parte de la cosa. Extranjeros también, así que echadle un ojo. Además, se organizan algunas actividdades marco generales, como la voluntad esta de dejar poemas por todas partes que por lo visto había hoy; y el sitio web pone a disposición de quien pase por allí un completo archivo de poemas contemporáneos franceses, así como una cuidada agenda, siempre en lo que toca a los versos, a nivel nacional.
Parece que hasta el 16 de marzo, voy a tener bardos para hartarme en todas las esquinas de todos los barrios.
por acá la librería ofrecerá una babelia, y la cancillería también, me gusta estar invitada! nunca cae mal un poema, aunque el mundo se te esté yendo abajo