(Arreglados -parece- los problemas tecnológicos, reintentamos…)
Lo que pasa cuando al estropeársete el musicador (le robo el término a Coque para no hacer publicidades) le pides a la gente que te copie su musica al tuntún es que cuando luego le das al aleatorio nunca sabes muy bien lo que estás escuchando.
Y que de vez en cuando, hay sorpresas. Como cuando el otro día, de repente, empezó a sonar esto. Llega tarde, y extrañada de ver que, existiendo, nadie la colgara en su día, con todos los blogs amigos que escribieron sobre el tema. Puede considerarse una novena con retraso.
Eso sí, si yo fuera Dios y tuviera el secreto, no haría un ser exacto a nadie. Que hoy por hoy, con uno de cada, más que bastarme, me sobra.