Cuando Vázquez Montalbán murió, uno se preguntaba qué iba ser del pobre Carvalho, muerto a su vez de orfandad, erante en un limbo en el que, no nos engañemos, no quedan musas. Pero eso era al menos sencillo.
Mas, cuando muere un poeta, ¿a dónde orientar las nostalgias?¿Cómo se cuantifican las asociaciones imposibles que ya no serán descubiertas?
Mala noticia para un sábado de sol. Ángel González ya no va a poder escribir más. La última de las versiones de “Palabra sobre palabra” no tendrá actualizaciones. Read More