Descubro vía Tendencias 21 que ya existe algo que, si no, habría tenido que inventar yo antes o después:
“Los niños pequeños hace mucho tiempo que vienen usando las coloridas piezas de Lego para construir dinosaurios, aviones o todo un mundo de fantasías. Ahora, las empresas están usando esas mismas piezas para aumentar la creatividad de la organización y mejorar su funcionamiento. La empresa danesa Lego, que es el cuarto fabricante de juguetes del mundo, ha transformado sus queridos juguetes de plástico en un recurso útil para hacer negocios. Lo han llamado Serious Play“
Se trata de una especie de programa de fomento de la calidad empresarial que pretende desarrollar determinados valores o actitudes poniendo a los trabajadores a jugar a las construcciones. Según explican en la página del proyecto, esta actividad tenderá a desarrollar los nexos entre los implicados, les ayudará a aprender a intercambiar opiniones, fomentará la creatividad y la originalidad. Supongo.
La mayor parte de las explicaciones, con su lenguaje de gabinete de marketing, resultan ridículas, y lo de pagar 7000 dolares por persona para las sesiones tampoco acaba de convencerme.
Pero lo cierto es que si yo, que nunca me cambio de casa sin llevarme mis construcciones, tuviera una empresa, pondría a mis empleados a juntar bloques sin dudarlo.
¿Cómo podría, en efecto, fiarme laboralmente de alguien que no sepa jugar?